viernes, 20 de julio de 2012

Lluvia pasajera


Caminante no hay camino



Caminante no hay camino, se hace camino al andar...

                                     Venecia (Italia)

Cuando no hay calor

Y allí estábamos, una tarde más en un bar. Una tarde más de invierno, pero esta vez con un poco más de frío. Parecíamos las únicas personas en el mundo, pues supongo que la nieve obligaba a la gente a cerrarse en sus casas y encender el fuego. La verdad es que apetecía, pero ya se sabe, en un piso de estudiantes no hay chimenea, nisiquiera calor. Ese año fue diferente ... el primer año fuera de casa, aprendiendo a crecer, a sobrevivir y a buscar calor donde no lo había.


Un trozo de vida

Y me senté a orillas del tiempo, colgada del viento y sin querer recordar que me esperaban para cenar.
Observé aquella mujer de mirada sensible que se abrigaba el corazón. Tenía ese "noseque" que te hace esperar, esperar... Aquella mujer que en tan poco tiempo me dijo tanto.
Al final, me di cuenta que no importa la edad, tan sólo dejarse llevar. Dejarse llevar por todos los mágicos rincones del mundo y de la vida y respirar, porque al final, el tiempo no importa y menos la edad, porque al final, los mejores instantes son los que te hacen no pensar.



Sin prisa

Hacía frío y la gente iba deprisa. Se refugiaban de la tormenta siguiendo su camino habitual. Tal vez un camino al son de la lluvia o tal vez un camino al son de sus rutinas. Gotas entre la gente, 
gotas entre la corriente.

Yo iba lenta, como siempre, pero esta vez sin perderme. Al paso, observando las prisas que al final harían perder sentido al día. Pensé, y siempre pienso, que viviendo deprisa esto acaba enseguida, y viviendo más lento, esto se vive intenso. Al fin y al cabo, aunque vivamos lento, los relojes no se van a quedar sin aliento. Yo no voy a pensar en lo rápido que pasa la vida, porque en el tiempo sin prisa lo pequeño es más grande y los detalles son importantes. Hoy, he comprendido que prefiero perderme entre las horas y que me llamen soñadora.



Vueltas


Son tantas las mañanas que he deseado quedarme en la cama, que el mundo gire, gire y gire y a mi no me afecte. Tantas...
Tantas noches coloreando la espera, tantos minutos frenándome el tiempo. Tantos...

Tantos días mi cabeza y yo, yo y mi cabeza.
Le doy vueltas, tantas como las que da la vida. Y es que nos empeñamos cada día en saber quién somos, vivimos y coleccionamos, caemos, nos levantamos y aprendemos. Será eso, que estoy aprendiendo a ver la vida con otros ojos, o tal vez con más ojos.

Esperamos encontrar aquello que ya tenemos y no vemos. Pues ya ves, yo nunca había pedido tener tanto, y ... lo tenía todo.




[Cámara estenopeica]

Nada que sea bueno es gratis

"Si deseo algo que es bueno para mí, debería saber que voy a pagar un precio por ello. Por supuesto, ese pago no siempre es dinero (si fuera sólo en dinero, ¡sería tan fácil!). Este precio es a veces alto y otras muy pequeño, pero siempre existe. Porque nada que sea bueno es gratis."

Jorge Bucay


miércoles, 18 de julio de 2012

Será

Será el verano, las risas, la sangría.
Será esta casa, el techo, la família.



Aire,aire.


Se detiene

Y todo el mundo va avanzando, nuevas caras, nuevas miradas,
tanta gente y yo me conformo con tan poca.
Tan poca gente como somos tú y yo, en nuestro espacio
que permanece, que nos detiene y nos lleva al principio,
el principio cada día.

Principios diarios sin final,
momentos que nos detenemos junto con el resto,
que se detiene, permanece y nos sonríe.




Parte de mí






Se va

y me hacía volar, 
y se va, como todo, se va...